En diciembre del año 2001, cuando apenas tenía casi tres
años en el poder, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó
públicamente su intención de permanecer en el cargo hasta el 2021.
En aquel entonces justificó la mención de ese año tan
preciso, por cuanto se conmemoraría el Bicentenario de la Batalla de Carabobo,
que selló la independencia venezolana el 24 de junio de 1821.
Aunque personalmente no pudo cumplir con ese deseo, la
tendencia política fundada y liderada por él, se ha mantenido en el poder, y ya
hemos llegado al 2021; desde este punto de vista, la “profecía” se ha cumplido.
Desde que Chávez lo mencionó, el 2021 se transformó en un
año de connotaciones especiales, y más aún cuando su momento se acercaba.
Astrológicamente fue interesante descubrir que el 2021
comenzaría con una configuración planetaria muy especial, la conjunción de
Júpiter y Saturno en Acuario, que presagia un gran ciclo de renovación mundial.
Para los que ven este pronóstico de Chávez con el 2021
desde la óptica opositora, este año puede significar el cierre de un ciclo
histórico en Venezuela, que por supuesto conlleva a un cambio de gobierno y de
sistema político.
Pero desde la óptica del chavismo y seguramente de lo que
quiso decir Hugo Chávez, este cierre de ciclo en el 2021, se refería más bien a
una etapa de su programa político que se cumpliría en esta fecha, para llegar a
un nuevo modelo que habría de lanzarse en esta fecha.
En todo caso, resulta muy interesante comprobar que
existe una impresionante sincronía astrológica en relación con este proceso
político venezolano y el planeta Saturno.
Bien podría pensarse que la profecía de Chávez en
relación con el 2021 y su sincronía con Saturno, es producto de un
asesoramiento astrológico que recibió el mandatario, pero también es posible
que el ciclo de este planeta haya estado funcionando en él y en su organización
política de forma subconsciente (los hilos del destino).
En todo caso, el ciclo de Saturno ha funcionado como un
reloj en este proceso político, y esto va muy acorde con el hecho de que
Saturno en la mitología griega es Cronos, el Dios del Tiempo.
Con Saturno, se ajusta bien la frase bíblica: “Todo bajo
el Sol tiene su tiempo”, al igual que la célebre máxima: “El tiempo de Dios es
perfecto”.
La perfección no se refiere a si algo es bueno o es malo,
se refiere a que el ciclo es exacto, ni se adelanta, ni se atrasa, un reloj en
perfecto funcionamiento.
Este ciclo de Saturno ha marcado el actual proceso
político venezolano, que se ha manifestado en etapas saturninas que van de poco
más de 7 en 7 años, para completar un gran ciclo de 29 años, donde los puntos
clave de referencia se encuentran en los signos fijos del zodíaco: Acuario,
Tauro, Leo y Escorpio.
Veamos entonces esta sincronía con el ciclo de Saturno, y
los eventos políticos que marcaron etapas relevantes dentro de este gran período
que ha significado el chavismo en Venezuela.
El inicio de este ciclo comienza con el suceso del 4 de
febrero de 1992, cuando Chávez se convierte en figura pública y nace el
chavismo como corriente política. Para ese momento, Saturno estaba en el signo
de Acuario.
Luego de más de siete años (período de derrumbe del viejo
sistema de partidos y el arribo al poder de Chávez), cuando Saturno se ubicó en
el otro signo fijo del zodíaco, que es Tauro, se cumplió una nueva etapa de
este proceso político: la Constituyente, la aprobación de una nueva
Constitución y la relegitimación de poderes, entre 1999 y 2000.
Continuando su férreo recorrido, Saturno se ubicó en Leo
(el otro signo fijo del zodíaco) en el 2006, habiendo Chávez ya capeado
tormentas tales como su breve salida del poder en abril del 2002 y el
revocatorio del 2004.
Con Saturno en Leo, el chavismo entra en una nueva etapa:
Chávez proclama el carácter socialista de su proyecto político y lanza el
“socialismo del siglo XXI”, desaparece su partido Movimiento V República (MVR)
y lanza su nueva organización: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Es reelecto para un segundo período en el que promete aplicar el modelo
socialista.
Más de siete años después, Saturno llega a Escorpio, en
2012. Antes de llegar a este año Chávez habría sufrido su primera derrota al
perder el referéndum para reformar la Constitución, sin embargo, posteriormente
ganó la enmienda que permitiría la reelección indefinida, lo que allanaba el
camino a su deseo de llegar a gobernar hasta el 2021 o más…
Entonces, con Saturno en Escorpio, donde precisamente lo
tiene Chávez en su carta astral, se cumplió una nueva etapa muy relevante en
este proceso político: en octubre de 2012, Chávez es reelecto, acercándose a su
meta de llegar al poder por lo menos hasta 2021, mas sin embargo, una
enfermedad mortal lo obliga a anunciar a su posible heredero político, Nicolás
Maduro, en diciembre de 2012.
Muere Chávez en marzo de 2013 y en abril es electo Maduro
como presidente, con Saturno transitando por Escorpio. Si bien Chávez no pudo
cumplir su deseo de llegar en la presidencia hasta 2021, la permanencia en el
poder de su corriente política mantiene viva su profecía a través de sus
seguidores.
Y bien, desde aquel entonces hasta el presente, se han
cumplido los más de siete años que Saturno tarda en pasar de un signo fijo a
otro; hemos llegado al 2021 y Saturno ha entrado a Acuario, es decir, al mismo
signo en el que empezó este proceso el 4 de febrero del 92.
Esto quiere decir que desde el 92 hasta este 2021, se ha
cumplido el ciclo de Saturno, de 29 años aproximadamente, y así como hasta
ahora su efecto se ha manifestado en forma tan contundente como un reloj de
alta precisión, es de esperar que ahora, se manifieste de igual manera. Llama
la atención que Nicolás Maduro tiene a Saturno en Acuario, ligando su ciclo
personal al del actual proceso político.
De lo que no queda duda, es que se está cerrando una gran
etapa, que por supuesto debe llevar a una renovación, a un nuevo ciclo que se abre.
Ahora, ¿de qué manera se manifestará este cierre de
ciclo? Ya mencionamos que una posibilidad es con un cambio de sistema político
y por tanto la salida de su dirigencia del poder, pero asimismo, puede indicar
un cambio de rumbo desde las entrañas mismas del chavismo.
Lo que pueda suceder exactamente no lo sabemos; podemos
decir que astrológicamente, el tiempo de un cambio ha llegado, las señales
apuntan a una renovación a fondo, a un nuevo rumbo, que puede venir de muchas
maneras, tal vez hasta de forma inesperada y sorprendente, si nos atenemos a
las características de la energía acuariana, pero además, si es con Saturno, es
algo que nos toca, inexorablemente. Es hora.
Ilustración:
Pedro González Rondón
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