El
pasado 20 de junio, Júpiter comenzó a retrogradar en Piscis, y producto de ese
retroceso, regresará a Acuario el 28 de julio, y seguirá yendo hacia atrás en
este signo hasta el 18 de octubre, cuando nuevamente volverá a avanzar en el
zodíaco.
La
fase de retrogradación de los planetas, es un período en el cual la energía de
los mismos se hace introspectiva, y por tanto podemos aprovechar mejor este
ciclo para nuestro crecimiento personal.
En
cambio, cuando el planeta avanza, es decir, se encuentra en su movimiento
directo, el tiempo es favorable para que ejecutemos sus energías, y la
plasmemos en hechos prácticos y tangibles.
Dicho
de otra manera: Júpiter en retroceso nos da un tiempo para sembrar, mientras
que cuando el planeta avanza, el momento es favorable para cosechar.
Como
Júpiter es un astro que genera expansión, crecimiento, se asocia a la
productividad; en su fase de retrogradación podemos aprovechar sus energías
para activar la creatividad y visualizar nuestras grandes metas productivas,
que luego pueden encontrar un mejor momento para plasmarse en realizaciones,
cuando el planeta vuelva a avanzar.
Asimismo,
Júpiter se asocia al liderazgo, por lo tanto, en tiempos de su retrogradación
es cuando los que desean llegar a ser líderes deben prepararse, afinar
estrategias, para luego expresar ese potencial y buscar de manera concreta ese
liderazgo.
Júpiter
se asocia a la filosofía, a las ideologías, y justamente en su fase de
retrogradación es el mejor momento para “filosofar”, es decir generar ideas,
estudiar y crear nuestros propios conceptos de las lecturas que hagamos y de
nuestras propias vivencias, es el momento del proceso creador, la llamada “mente
abstracta”.
Luego,
bajo las energías de Júpiter directo, todo ese estudio, toda esa reflexión,
todas esas vivencias, todo ese mundo de ideas, puede salir a flote y generar
corrientes de opinión, obras filosóficas o doctrinarias, que impacten en el
pensamiento de la opinión pública.
Júpiter
se asocia a nuestros ideales, y ellos son primero un deseo que va cobrando
forma en nuestra mente, en donde hacemos todo un proyecto de vida; esta es la
etapa que favorece la energía de Júpiter retrógrado, para que luego, cuando
avance, vayamos en pos de nuestros ideales con una idea clara, con un foco
definido, con mucho mayor impulso.
Ilustración: Pedro González Rondón
http://galeriapetrograph.blogspot.com/
Destinado a astrólogos profesionales y
estudiantes avanzados.