El martes 5 de julio, Marte entra a la franja zodiacal de Tauro, donde estará hasta el 20 de agosto.
La presencia de Marte en Tauro,
desajusta las energías del planeta; su fuerza agresiva y de acción se frena,
provocando acumulación de tensiones. Podemos sentir un efecto igual al de un
carro al que se le mete el acelerador a fondo, y a la vez también se le pisa el
freno.
Marte en Tauro se puede asociar
al comportamiento del toro, normalmente apacible, y que demuestra paciencia
cuando se le molesta, lentitud en sus reacciones, pero de manera imperceptible
va creciendo su rabia por dentro hasta que sorpresivamente estalla.
Con Marte en Tauro la energía no
es fluida, se manifiesta de manera epiléptica: en ocasiones con mucha calma, y
en otras con exceso de nervios, y cuando llega la furia, es difícil de
controlar.
En términos astrológicos, cuando
Marte ocupa el signo de Tauro, se coloca en caída; esto significa que el
planeta se encuentra en un ámbito opuesto a sus energías; por ejemplo, Tauro se
asocia a la lentitud y la paciencia, mientras que las cualidades de Marte son
de rapidez, impaciencia o ansiedad.
Por este motivo, la energía de
Marte siente un freno en el signo del toro, y eso exacerba su impaciencia y
puede generar ira; las cualidades de acción del astro rojo se desajustan y son
mal manejadas en un signo como Tauro.
Los momentos de mayor tensión que
generará Marte en Tauro, es cuando transite entre los grados 14 a 24 de este
signo, es decir, entre 26 de julio a 12 de agosto, y dentro de ese período, el
día más intenso será el 2 de agosto, día en que Marte hará conjunción con
Urano, a 18 grados de Tauro.
Esta será una conjunción muy
particular, porque ambos astros se encuentran en posición de caída en Tauro;
ambos generan energías nerviosas, abruptas, repentinas, que se encuentran con
un muro de contención en el signo del toro, y eso genera un ambiente de mayor
irritabilidad, con propensión a hechos sorpresivos, cargados de ansiedad o de
violencia.
En estos días habrá que hacer un gran
esfuerzo para controlar nuestros impulsos agresivos, nuestro temperamento; será
importante tener autocontrol y estar alerta a nuestras propias reacciones, y a
la de los demás. Mantener el equilibrio, debe ser nuestra meta en este tiempo.
Canalicemos nuestras energías con
ejercicio físico, caminatas, respiración profunda y meditación.
Ilustración: Pedro González Rondón
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