sábado, 5 de septiembre de 2020

Marte retrógrado: “Soltar el control…”


El planeta Marte iniciará su movimiento retrógrado el próximo 9 de septiembre, a partir de las 6:15 de la tarde, hora de Venezuela (22:15 hora universal), y estará así hasta el 13 de noviembre a las 08:36 de la noche, hora de Venezuela (0:36 hora universal del 14 de noviembre).

Al retroceder Marte, su energía se reconcentra y puede causar un efecto de “olla de presión”, que en cualquier momento estalla. Es posible que esa cualidad agresiva se contenga por un tiempo, y después busque una forma abrupta de desencadenarse, pero también puede canalizarse de forma tal que genere cambios importantes en nuestra forma de hacer las cosas y nos lleve a experimentar nuevos rumbos en la vida.

En esta ocasión, el retroceso de Marte se produce en Aries, que es una buena posición cósmica, porque es su domicilio, y por tanto, las energías del planeta están en su punto óptimo. El retroceso de Marte en su propia casa, puede indicar un momento propicio para acumular fuerzas que luego pueden ser canalizadas eficazmente para alcanzar un objetivo que requiere de coraje, iniciativa, fuerza y determinación.

Las cualidades de Marte se manifiestan en nuestra forma de hacer las cosas en la práctica, cómo nos comportamos, cómo actuamos, nuestras características de acción física; y eso sin dejar de lado que nuestros actos, son movidos por nuestros pensamientos.

Marte al retroceder, de alguna manera está frenando ese ímpetu de acción; el punto es de qué forma lo frena. Si quedamos sujetos a lo externo, es decir, a sentir que las circunstancias externas nos están frenando, entonces esta energía que pugna por manifestarse se va reconcentrando, y generando estrés, rabia o resentimiento, y cuando se produce el estallido, puede manifestarse con una acción violenta, o con una manifestación en nuestra salud.

Pero si canalizamos esta “represión” de la energía marciana, y la conectamos con nuestra mente, nuestra inteligencia, impidiendo que sea el instinto básico el que nos domine, podemos utilizar esta fuerza interna para recargarnos y buscar nuevas estrategias de acción, revisar en qué estamos fallando cuando hacemos las cosas, explorar nuevos caminos y alternativas, en lugar de sentirnos paralizados y con una sensación de impotencia.

Por supuesto que para drenar la energía en el plano físico, lo mejor es el deporte, las caminatas y la respiración profunda, y eso nos ayudará a tener la mente más clara y calmada, para poder autoevaluarnos, y desarrollar nuestra estrategia de cambio o reestructuración en nuestras futuras acciones.

Recordemos que “retrogradación” es el movimiento hacia atrás de los planetas por los signos del zodiaco, y como los signos se miden en grados, cuando los planetas retroceden, se dice que retrogradan.

Este retroceso no es real, sino una ilusión óptica; nuestra Tierra en ciertos momentos sobrepasa a los otros astros, y entonces se ven como si retrocedieran.

Pero a la vez que no es real, por otra parte sí lo es; y es así porque energéticamente nos influye, y además, desde el punto de vista de la rueda zodiacal, es algo real que los astros que retrogradan: van hacia atrás en la rueda zodiacal, porque esa rueda, llamada eclíptica, se acelera y deja atrás al planeta.

El efecto del planeta retrógrado lo podemos catalogar como una ilusión, pero al fin y al cabo, podemos preguntarnos: ¿De qué lado está lo ilusorio y de qué lado está lo real?

El mundo que vemos es nuestra realidad, pero ya sabemos que desde el punto de vista cuántico, es una ilusión, que aquello que vemos como sólido es en realidad un compendio de átomos y moléculas vibrando.

Un astro en retroceso nos conecta con nuestro mundo interno, aparentemente ilusorio, mientras que “afuera” está lo real, lo tangible, que se acopla al movimiento de avance de los planetas, pero, ¿quién dice que ese mundo tangible no sea lo verdaderamente ilusorio? Realmente nos movemos entre dos “realidades”; una es el mundo objetivo, externo (que se puede asociar al movimiento directo de los planetas), y otro es el mundo interno, subjetivo, que lo asociamos al movimiento retrógrado de los astros.

Los planetas en retrogradación nos pueden conectar con ese mundo interno y hacernos evadir un tanto de nuestro mundo “tangible”, pero a la vez, en ese viaje interior, obtenemos nuevos recursos para luego plasmarlos en actos concretos en nuestra “realidad externa”.

Marte en retroceso nos quita dominio de nosotros mismos y nos lleva a actuar como “otros”, eso es lo que podemos llamar “soltar el control” y dejar que la voluntad superior actúe a través de nosotros, para luego concientizarla e individualizarla, cuando nos toque emprender los nuevos retos que tendremos por delante en el mundo exterior.

En lo que respecta a la influencia colectiva que puede traer esta retrogradación de Marte, debemos tener especial atención al proceso electoral presidencial en Estados Unidos, porque el día de los comicios el astro rojo estará todavía retrógrado, en medio de una batalla electoral muy intensa.

Marte rige la casa 4 de EEUU, que se relaciona con la idiosincrasia de su pueblo, con su territorio, sus raíces´, sus ancestros,  su historia, y todos esos significados estarán muy removidos, bajo el dominio de un planeta guerrero, colérico en muchos casos, impulsivo.

Las elecciones de EEUU serán el 3 de noviembre, y 10 días después Marte volverá a avanzar, para exteriorizar todas esas energías represadas. Estaremos pendientes de sus efectos.

Ilustración: Pedro González Rondón

  
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2 comentarios:

Teresa Castillo P. dijo...

Hola Pedro, me encantó como explicaste el tema, excelente, gracias.

Pedro González Silva dijo...

Gracias por tu comentario, Teresa!! Saludos!!