De los tres signos que se asocian al otoño astrológico, Escorpio es el
que lleva las características más intensas, de mayor profundidad, porque
representa la realización plena que ocurre en este tiempo cósmico.
Es en Escorpio donde ocurre el “cambio de piel” que se da en las
serpientes (uno de los animales representativos de este signo), ese
desprendimiento que permite un renacimiento, luego de una muerte simbólica.
Esa alegoría a la muerte y al renacimiento también se asocia al águila,
y de una forma más mitológica al “ave Fénix” que renace de sus cenizas.
Esos procesos escorpianos son de alta intensidad transformadora, por lo
cual son representados con 3 animales asociados a las etapas de evolución que
marca este signo: el escorpión, la serpiente y el águila.
El Sol entra a Escorpio este 23 de octubre, activando su energía
transformadora. El signo está ya de por sí bastante activo, pues se encuentran
allí Mercurio (que ayudará al despertar de los poderes psíquicos y la agudeza
mental, junto al silencio como modo de fortalecer nuestros más íntimos
anhelos), y Marte, que se coloca muy fuerte en esta franja zodiacal, dándole un
empuje muy vigoroso a las realizaciones que este signo nos trae.
En varias ocasiones hemos
relacionado una de las más conocidas novelas del escritor alemán Hermann Hesse,
“Demian”, con las energías escorpianas; pues allí se narra el proceso de intensa
transformación que vive el personaje central de la obra: nos habla de sus
miedos y arraigos, sus crisis, sus turbulentas emociones y su deseo de “volver
a nacer” dejando atrás sus ataduras del pasado.
Al inicio del libro encontramos esta frase:
“Para nacer hay que destruir un mundo”. Así como el pájaro que nace destruye el
huevo, el niño “rompe la fuente”, abandona la cálida protección del vientre
materno para nacer a la aventura de la vida mundana. Asimismo, hay otras
muertes que conllevan a un nuevo plano de vida.
Todo esto se relaciona con la misión
fundamental de Escorpio. Al activarse la energía escorpiana, el ambiente nos
dispone para intensos cambios, donde debemos “destruir un mundo” y prepararnos
para nacer de nuevo.
Esta tarea no debe atemorizarnos, al
contrario, esa es la esencia de la vida. Morir y nacer son los extremos que se
tocan. Morir es igual a no haber nacido, y justamente ese estado de muerte es
el que permite que algo nazca.
Por eso la muerte no es el fin, es la
transformación o transmutación. En ese proceso de cambio debemos desprendernos
de algo que ya no nos sirve, que ya nos molesta o nos hace peso, debemos
permitir la “muerte” de una situación, para dar paso a lo nuevo, para
regenerarnos, para vivir nuevas experiencias y evolucionar.
Algo así ocurre en nuestro propio organismo:
cada semana mueren células y nacen otras y eso permite que nuestro cuerpo se
regenere, y cuando ya el cuerpo cumple su ciclo, la muerte nos permite nacer en
otro plano más elevado, porque en realidad “nada muere, todo se transforma”.
En la antigüedad, Marte era el
regente de Escorpio, y aunque ya no lo es, al entrar a este signo se “exalta”,
se fortalece, y da un poder asociado a la gran fuerza de un intenso deseo, y
eso ocasiona que dé el todo por el todo por alcanzarlo, sin tregua, con total
pasión y entrega; ese ánimo estará latente en este ciclo.
El actual regente de Escorpio
es Plutón, cuya energía es realmente la misma de Marte, pero en un tono más elevado,
es como una nota musical tocada en una octava superior (la nota más aguda).
Plutón es un guerrero que no
se conforma con ganar una batalla, viene a transformar, a destruir lo viejo
para construir lo nuevo. Marte es una lanza, Plutón es una bomba atómica.
Podemos dejar pasar esta
energía, pero cuando sientes la necesidad de un cambio y no lo ejecutas, el
malestar queda, y te va minando por dentro; muchas veces si no generas el
cambio, la vida te da el empujón…
Ilustración: Pedro González
Rondón
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SIGNO POR SIGNO
Veamos qué áreas de nuestras vidas
activa el Sol en Escorpio, para cada uno de los signos del zodíaco.
ARIES: Se activa tu área de transformaciones
profundas.
TAURO: Se activa tu área de matrimonio y
asociaciones.
GÉMINIS: Se activa tu área laboral, cuidado de la
salud, terapias, servicio a los demás.
CÁNCER: Se activa tu área del amor, sexualidad,
diversiones, hijos y creatividad.
LEO: Se activa tu área del hogar, núcleo familiar,
vivienda, comunidad.
VIRGO: Se activa tu área de relaciones públicas,
mudanzas, estudios.
LIBRA: Se activa tu área de producción económica,
valores, principios.
ESCORPIO: Se activa tu área de proyección personal,
tu cuerpo físico.
SAGITARIO: Se activa tu área del karma, así que
debes resolver asuntos pendientes.
CAPRICORNIO: Se activa tu área de amistades y vida
social.
ACUARIO: Se activa tu área de proyección profesional
y destino.
PISCIS: Se activa tu área de ideales, proyectos y viajes.
