sábado, 26 de septiembre de 2020

¿Octubre predestinado?

 


Si hay algún punto en la carta astral que nos permita hablar de hechos predestinados, ese punto es el Nodo Lunar Norte, que nos lleva a un aprendizaje, a una misión, nos empuja hacia un camino que debemos transitar, y nos conecta con oportunidades y eventos que nos van llegando de manera predestinada, para que nosotros los aprovechemos, o los dejemos pasar, de acuerdo a nuestro libre albedrío.

 

El destino consiste en actuar en el momento oportuno, y si lo hacemos, el destino se hace ineludible, pero si dejamos pasar el momento, habremos perdido la oportunidad de avanzar hacia ese aprendizaje que está en nuestro destino, y que igual llegará, pero en un tiempo más largo; es así como “todo lo que ocurre está escrito en el cielo, pero no todo lo que está escrito en el cielo ocurre”, es cuestión de saber aprovechar el momento, de acuerdo a nuestro libre albedrío.

 

Como dijimos, el punto astrológico que da luces sobre nuestra misión y aprendizaje, es el Nodo Lunar Norte, que actualmente recorre el signo de Géminis. Una manera de estudiar los efectos de este punto energético, es a través de los sucesos que involucran a personalidades públicas.

 

En este sentido hemos encontrado una curiosa coincidencia entre dos personalidades que en estos momentos parecen tener una conexión marcada por el destino; uno de ellos es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el otro es Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.

 

Esta coincidencia es que el Nodo Lunar Norte de ambos está en Géminis, uno muy cerca del otro; y en especial, el Nodo Lunar de Guaidó está exactamente junto al Sol de la carta astral de Trump.

 

Si vemos esto desde el punto de vista astrológico, encontramos que no es casual la estrecha alianza que tienen ambos personajes; al contrario, es un hecho marcado por el destino, en total sincronía con el ciclo que marca este punto energético y que entrelaza en algún punto, la misión que cada uno de ellos, tiene en su vida.

 

Y como en este momento el Nodo Lunar Norte transita por Géminis y se va acercando a la zona exacta donde lo tienen Trump y Guaidó, podemos prever que ese punto donde se entrelazan ambos destinos, ambas misiones, está por llegar, y es de esperar que active la posibilidad de sucesos en común para ambos personajes, que pueden definir el rumbo de sus vidas, y como son personajes que representan a su vez a dos países, también están involucrados los destinos de esas dos naciones, es decir, EEUU y Venezuela.

 

Por eso es un hecho predestinado, que el gobierno de Donald Trump haya sido el principal sostén del mandato interino de Guaidó, y lo que pueda lograr este último, depende en un porcentaje muy alto, del apoyo que le dé y de las acciones que tome el primero.

 

Pero a la vez, el destino de Trump está enlazado a la efectividad de sus actos en el caso venezolano, y en buena medida, lo que pueda lograr, el impacto que puedan tener en su país estas acciones, puede significar el mejor impulso para su reelección, y es que además, la llegada del Nodo Norte a donde lo tiene Trump, coincide también con el día de las elecciones norteamericanas, por lo que esa elección también está tocada por el destino, que favorece al actual mandatario.

 

Pero antes de esa elección, en el mes de octubre, el Nodo Lunar Norte coincidirá simultáneamente sobre Trump y Guaidó, y será por tanto, un excelente ciclo para estudiar el efecto que este punto del destino tendrá sobre ambos personajes; por eso nos preguntamos si el mes de octubre se presenta como “predestinado” para estos dos líderes y sus respectivos países.

 

Si nos guiamos por lo que está pasando en septiembre, todo parece indicar que ese ciclo predestinado se ha estado activando, por lo que podemos prever que en octubre, al acercarse más el Nodo Lunar Norte a ambos líderes, la activación de este destino se irá intensificando.

 

Nosotros, desde el punto de vista astrológico, observamos, y nos toca estudiar “en vivo” los efectos de este punto del destino; no nos quedamos en conceptos escritos en libros y tratados, es importante experimentar, observar, comprobar “en vivo” cómo funciona esto. Octubre, noviembre y diciembre serán ideales para este propósito.

 

Todo esto coincide con la gran conjunción de Júpiter y Saturno que pasará de Capricornio a Acuario en diciembre, y que marca el inicio de un nuevo ciclo mundial cuyas energías serán propicias para la renovación a fondo de las estructuras políticas, institucionales, legales y sociales en todo el planeta.

 

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sábado, 19 de septiembre de 2020

Tiempo de Sol en “caída”


El martes 22 de septiembre, a las 09:32 de la mañana, hora venezolana (13:32 hora universal), entra el Sol a Libra, y comienza la segunda mitad del año astrológico con la llegada del equinoccio de otoño.


Así como el equinoccio de primavera (entrada del Sol en Aries) marca el inicio del año nuevo astrológico, el equinoccio de otoño (ingreso del astro rey a Libra) indica que entramos en la segunda mitad del año astral.


La primavera de Aries representa la fuerza del ego, de la individualidad, mientras que el otoño de Libra nos trae el declive del “yo”, y el momento es propicio para ceder parte de nuestra personalidad en función de relacionarnos armónicamente con otras personas.


 Algunos se darán cuenta de que el otoño en esta fecha es en la latitud norte, mientras que en el sur se produce la primavera; esto es cierto desde el punto de vista climático, pero aquí se trata de las energías internas que se mueven en cada ser humano, y para todos, estemos en el norte o en el sur, se despierta nuestro “otoño interno”, que es el declive del ego.


El Sol en Libra pierde sus cualidades esenciales y se coloca en una posición que astrológicamente se llama “caída”, y que indica que el ego, el centro de nosotros mismos, se debilita en este tiempo, para dar paso a que los demás sean el foco de atención, que sintamos en carne propia el hecho de que sólo interactuando con otras personas, podemos realizarnos plenamente como seres humanos.


El tiempo de Libra es ideal para fortalecer relaciones con las demás personas, de equilibrar la balanza y que nuestros deseos personales no vayan en perjuicio de los otros; es momento de recordar que nuestros derechos terminan donde empiezan los de nuestros semejantes, y es bueno reflexionar sobre el hecho de que en nuestras vidas, las cosas que necesitamos, dependen de otros seres humanos, y que solos no podemos funcionar en este mundo.


Libra es un signo existencial, que necesita mantener un delicado equilibrio para sentir que las cosas fluyen bien, y cualquier desarmonía lo desequilibra.


El Sol debilitado en esta franja zodiacal llama a la reflexión sobre la existencia humana, nos hace ver más allá de nosotros mismos, nos torna un tanto indecisos porque nos hace entender que tenemos que tomar en cuenta todas las opiniones, nos ayuda a comprender, nos enseña a compartir, y nos hace sentir que para estar completos necesitamos a otras personas.


Asimismo, Libra se asocia a la justicia, por lo que energéticamente es un ciclo favorable para enmendar situaciones que van contra los derechos colectivos.


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sábado, 12 de septiembre de 2020

Sanar en Luna Nueva

El jueves 17 de septiembre, a las 7:01 de la mañana, hora de Venezuela (11:01 hora universal), se produce la Luna Nueva en Virgo.

La Luna Nueva ocurre cuando nuestro satélite entra en conjunción con el Sol; en esa fase la Luna no se ve y su influjo en la psique humana disminuye; así como bajan las mareas, también en nuestro organismo (constituido en un 75% de agua) baja nuestra “marea”.

El resultado de esto es que nuestro mundo subconsciente se aquieta, y por tanto, la conciencia, que es nuestra energía solar, adquiere más claridad.

En Virgo, la fase de Luna Nueva, que de por sí nos da una mente más despejada de turbulencias emocionales, favorece una mayor capacidad de análisis y observación, ayuda a discernir mejor, a distinguir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso, nos permite ver mejor los detalles, y tomar decisiones en forma práctica, racional y lógica.

Las energías de Virgo se asocian a procesos de sanación, tanto física, mental como espiritual, por lo que esta Luna Nueva puede favorecer toda intención que tengamos a favor de una vida más saludable, ya sea recuperarnos de una dolencia, o mantener y elevar nuestra fuerza vital.

Los astros son parte del lenguaje de Dios, es un alfabeto celeste. No es que la Luna Nueva tenga poder sanador por sí misma, como no lo tiene ningún otro astro; todo el poder proviene de Dios, y él nos habla de diversas maneras, y una de ellas es a través de las configuraciones planetarias.

Si hay algo que necesitemos sanar, oremos, pongamos nuestra mente en el Creador, y confiemos en su voluntad. La Luna Nueva en Virgo sólo nos habla de un momento propicio, de una sincronía entre lo que necesitamos y lo que puede ocurrir.

Esta sincronía puede manifestarse como un deseo por tener un estilo de vida más saludable, por atender alguna dolencia a la que no le hemos hecho caso, a deshacernos de resentimientos que nos enferman o a darle un sentido a nuestra vida que nos dé mayores satisfacciones espirituales, conectándonos con aquello en donde podamos servir a los demás, y sentir que tenemos un propósito, una razón de ser.

Es importante la relación que existe entre el Sol y la Luna; esta relación es la que provoca las fases lunares: Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante.

La Luna Nueva, conjunción de nuestro satélite con el Sol, marca un nuevo ciclo lunar mensual, cuyas energías podemos aprovechar en nuestra vida cotidiana. Los días previos a la Luna Nueva, son excelentes para visualizar nuestras más inmediatas aspiraciones, a fin de darles la fuerza necesaria para que se materialicen en el transcurso del nuevo ciclo, si esto está alineado a la voluntad de Dios.

La Luna Nueva ocurre cuando nuestro satélite y el Sol coinciden en el mismo signo y en el mismo grado de ubicación en esa franja zodiacal; es el momento en que la Luna no se ve, está oscura.

En la Luna Nueva, el Sol predomina sobre la Luna, y así la conciencia domina al subconsciente, por tanto tenemos mayor claridad mental, es un momento en que las emociones están controladas por la mente y nos perturban menos, y podemos tomar decisiones más racionales y menos impulsivas, esto favorece que podamos ver las cosas como son realmente y no detrás del velo de nuestro mundo emocional.

Al tener mayor claridad mental, tenemos más fuerza psíquica para visualizar nuestras metas y deseos con una imagen clara y definida, lo que ayuda a que tales metas y deseos puedan concretarse.

Para que estos deseos puedan manifestarse, en primer lugar deben estar alineados a la voluntad divina, y en segundo lugar, es necesario tomar acciones que favorezcan la realización de tales deseos; por ejemplo, no podemos pedir salud, si nuestro estilo de vida no es saludable. Tenemos que actuar de manera coherente con aquello que deseamos.

Al entregar nuestro deseo a la voluntad de Dios, sabemos que no podemos pedir algo que dañe a terceras personas o que nos perjudique a nosotros mismos. Tampoco estaríamos alineados a la voluntad divina si pedimos algo que vaya en contra del libre albedrío de las demás personas.

En cuanto a tomar acciones que vayan en dirección del logro de nuestros deseos, el Cuarto Creciente es el momento en que las energías estelares aumentan y todo aquello que con esfuerzo estamos realizando comienza a crecer, a surgir; es el momento de mayor empuje, de más acción.

El día de Cuarto Creciente es bueno hacer alguna acción física que signifique un primer paso hacia el logro de aquello que nos hemos propuesto lograr.

La Luna Llena es el tiempo de mayor plenitud e iluminación; el Sol se enfrenta a la Luna. Podemos lograr un equilibrio entre nuestro mundo consciente e inconsciente y trabajar la expansión de la conciencia. Ese día debemos meditar, relajar la mente, soltarla, elevarla, y esperar que nos vengan ideas que nos enrumben hasta el logro de nuestro deseo, ideas que pueden ser un mensaje directo de Dios para cada uno de nosotros.

Meditar no es lo mismo que visualizar; aquí no se trata de ver la imagen de lo que deseamos, aquí se trata de entregar nuestra mente a Dios, dejar que fluya el vacío para que llegue la iluminación. Con la meditación alcanzamos una luz en el camino; de manera natural nos llegan las respuestas y tenemos mayor claridad en nuestros objetivos.

El Cuarto Menguante nos da la perspectiva de lo que vamos a cosechar; es el impulso final, el proceso de culminación de una etapa. Podemos ir preparándonos para obtener los primeros resultados de aquello que deseamos, o tal vez el logro total de nuestro deseo esencial, o incluso hasta algo mejor de lo que pedimos. Es importante la fe que tengamos en el poder infinito de Dios y que lo que pidamos, sea conforme a su voluntad.

Luego, volverá la fase de Luna Nueva, un ciclo que se cierra y otro que inicia; podría ser oportunidad para que se manifieste aquello que hemos pedido, o por lo menos, ver los primeros resultados.

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sábado, 5 de septiembre de 2020

Marte retrógrado: “Soltar el control…”


El planeta Marte iniciará su movimiento retrógrado el próximo 9 de septiembre, a partir de las 6:15 de la tarde, hora de Venezuela (22:15 hora universal), y estará así hasta el 13 de noviembre a las 08:36 de la noche, hora de Venezuela (0:36 hora universal del 14 de noviembre).

Al retroceder Marte, su energía se reconcentra y puede causar un efecto de “olla de presión”, que en cualquier momento estalla. Es posible que esa cualidad agresiva se contenga por un tiempo, y después busque una forma abrupta de desencadenarse, pero también puede canalizarse de forma tal que genere cambios importantes en nuestra forma de hacer las cosas y nos lleve a experimentar nuevos rumbos en la vida.

En esta ocasión, el retroceso de Marte se produce en Aries, que es una buena posición cósmica, porque es su domicilio, y por tanto, las energías del planeta están en su punto óptimo. El retroceso de Marte en su propia casa, puede indicar un momento propicio para acumular fuerzas que luego pueden ser canalizadas eficazmente para alcanzar un objetivo que requiere de coraje, iniciativa, fuerza y determinación.

Las cualidades de Marte se manifiestan en nuestra forma de hacer las cosas en la práctica, cómo nos comportamos, cómo actuamos, nuestras características de acción física; y eso sin dejar de lado que nuestros actos, son movidos por nuestros pensamientos.

Marte al retroceder, de alguna manera está frenando ese ímpetu de acción; el punto es de qué forma lo frena. Si quedamos sujetos a lo externo, es decir, a sentir que las circunstancias externas nos están frenando, entonces esta energía que pugna por manifestarse se va reconcentrando, y generando estrés, rabia o resentimiento, y cuando se produce el estallido, puede manifestarse con una acción violenta, o con una manifestación en nuestra salud.

Pero si canalizamos esta “represión” de la energía marciana, y la conectamos con nuestra mente, nuestra inteligencia, impidiendo que sea el instinto básico el que nos domine, podemos utilizar esta fuerza interna para recargarnos y buscar nuevas estrategias de acción, revisar en qué estamos fallando cuando hacemos las cosas, explorar nuevos caminos y alternativas, en lugar de sentirnos paralizados y con una sensación de impotencia.

Por supuesto que para drenar la energía en el plano físico, lo mejor es el deporte, las caminatas y la respiración profunda, y eso nos ayudará a tener la mente más clara y calmada, para poder autoevaluarnos, y desarrollar nuestra estrategia de cambio o reestructuración en nuestras futuras acciones.

Recordemos que “retrogradación” es el movimiento hacia atrás de los planetas por los signos del zodiaco, y como los signos se miden en grados, cuando los planetas retroceden, se dice que retrogradan.

Este retroceso no es real, sino una ilusión óptica; nuestra Tierra en ciertos momentos sobrepasa a los otros astros, y entonces se ven como si retrocedieran.

Pero a la vez que no es real, por otra parte sí lo es; y es así porque energéticamente nos influye, y además, desde el punto de vista de la rueda zodiacal, es algo real que los astros que retrogradan: van hacia atrás en la rueda zodiacal, porque esa rueda, llamada eclíptica, se acelera y deja atrás al planeta.

El efecto del planeta retrógrado lo podemos catalogar como una ilusión, pero al fin y al cabo, podemos preguntarnos: ¿De qué lado está lo ilusorio y de qué lado está lo real?

El mundo que vemos es nuestra realidad, pero ya sabemos que desde el punto de vista cuántico, es una ilusión, que aquello que vemos como sólido es en realidad un compendio de átomos y moléculas vibrando.

Un astro en retroceso nos conecta con nuestro mundo interno, aparentemente ilusorio, mientras que “afuera” está lo real, lo tangible, que se acopla al movimiento de avance de los planetas, pero, ¿quién dice que ese mundo tangible no sea lo verdaderamente ilusorio? Realmente nos movemos entre dos “realidades”; una es el mundo objetivo, externo (que se puede asociar al movimiento directo de los planetas), y otro es el mundo interno, subjetivo, que lo asociamos al movimiento retrógrado de los astros.

Los planetas en retrogradación nos pueden conectar con ese mundo interno y hacernos evadir un tanto de nuestro mundo “tangible”, pero a la vez, en ese viaje interior, obtenemos nuevos recursos para luego plasmarlos en actos concretos en nuestra “realidad externa”.

Marte en retroceso nos quita dominio de nosotros mismos y nos lleva a actuar como “otros”, eso es lo que podemos llamar “soltar el control” y dejar que la voluntad superior actúe a través de nosotros, para luego concientizarla e individualizarla, cuando nos toque emprender los nuevos retos que tendremos por delante en el mundo exterior.

En lo que respecta a la influencia colectiva que puede traer esta retrogradación de Marte, debemos tener especial atención al proceso electoral presidencial en Estados Unidos, porque el día de los comicios el astro rojo estará todavía retrógrado, en medio de una batalla electoral muy intensa.

Marte rige la casa 4 de EEUU, que se relaciona con la idiosincrasia de su pueblo, con su territorio, sus raíces´, sus ancestros,  su historia, y todos esos significados estarán muy removidos, bajo el dominio de un planeta guerrero, colérico en muchos casos, impulsivo.

Las elecciones de EEUU serán el 3 de noviembre, y 10 días después Marte volverá a avanzar, para exteriorizar todas esas energías represadas. Estaremos pendientes de sus efectos.

Ilustración: Pedro González Rondón

  
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