sábado, 9 de mayo de 2020

Venus retrógrado: Amor en revisión…


El miércoles 13 de mayo, a las 2:41 de la madrugada, hora de Venezuela (06:41 hora universal), Venus inicia su movimiento retrógrado.

Todo el período de retroceso de Venus ocurrirá en su tránsito por el signo de Géminis, y se prolongará hasta el 25 de junio.

Venus es el astro del amor, influye en nuestro mundo afectivo. Su período de retrogradación provoca un efecto de mayor introspección y reflexión en relación con nuestros sentimientos, con nuestras relaciones con los demás.

Es un tiempo propicio para vivir procesos de transformación o renovación en nuestras relaciones humanas, especialmente en las de pareja, pero también en amistades y sociedades. Tiempo de aclarar dudas en el amor, definir qué estamos sintiendo en esta etapa de nuestras vidas, lo que puede implicar alejamientos, reencuentros o nuevas relaciones, según sea el caso.

Venus también se asocia a la prosperidad y productividad, por tanto, en su período de retrogradación es tiempo de redimensionar nuestra forma de generar recursos.

Al retrogradar en Géminis, será importante nuestra expresión verbal, la manera como hablemos sobre nuestros sentimientos, como los expresemos al ser querido. Habrá un tiempo de mucha intensidad cuando Mercurio, que rige a Géminis, retrogradará también, y coincidirá una semana con Venus en retroceso.

Mercurio retrocederá desde el 18 de junio al 12 de julio en Cáncer, por lo que entre el 18 y 25 de junio, Venus y Mercurio retrocederán simultáneamente, es decir, una semana de mucha fuerza introspectiva en lo mental y afectivo.

Por otra parte, desde Capricornio, también Saturno y Júpiter empiezan a retrogradar, el primero este 11 de mayo, y el otro el 14 del este mismo mes. Plutón ya viene retrocediendo desde el 25 de abril, y Neptuno empezará el 22 de junio. Urano lo hará en agosto y Marte en septiembre.

La retrogradación es el movimiento hacia atrás de los planetas por los signos del zodiaco, y como los signos se miden en grados, cuando los planetas retroceden, se dice que retrogradan.

Este retroceso no es real, sino una ilusión óptica; nuestra Tierra en ciertos momentos sobrepasa a los otros astros, y entonces se ven como si retrocedieran.

Pero a la vez que no es real, por otra parte sí lo es; y es así porque energéticamente nos influye, y además, desde el punto de vista de la rueda zodiacal, es algo real que los astros que retrogradan van hacia atrás en la rueda zodiacal, porque esa rueda, llamada eclíptica, se acelera y deja atrás al planeta.

El efecto del planeta retrógrado lo podemos catalogar como una ilusión, pero al fin y al cabo, podemos preguntarnos: ¿De qué lado está lo ilusorio y de qué lado está lo real?

El mundo que vemos es nuestra realidad, pero ya sabemos que desde el punto de vista cuántico, es una ilusión, que aquello que vemos como sólido es en realidad un compendio de átomos y moléculas vibrando.

Asimismo, un astro en retroceso nos conecta con nuestro mundo interno, aparentemente ilusorio, mientras que “afuera” está lo real, lo tangible, que se acopla al movimiento de avance de los planetas, pero, ¿quién dice que ese mundo tangible no sea lo verdaderamente ilusorio?

En todo caso, nos movemos entre dos realidades, eso que en un plano más elevado llamamos “mundos paralelos”. Lo que ocurre fuera de nosotros va en paralelo a lo que ocurre dentro de nosotros.

Los astros en retrogradación nos pueden conectar con ese mundo interior, y hacernos evadir un tanto de nuestro mundo “tangible”.

Mercurio retrógrado es el más poderoso porque la mente es la que crea nuestras realidades, y ahora que se entrelazará con Venus (también de mucha intensidad), la mente y el corazón irán de la mano creando esas “realidades”.

Ilustración: Pedro Enrique González

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