Hermann Hesse
“Bienaventurado el que lee, y
los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella
escritas; porque el tiempo está cerca”, dice el Apocalipsis de San Juan. Estamos
entrando en un ciclo de tiempo apocalíptico, decisivo para Venezuela; el
momento de la verdad, de las definiciones, de que se concreten momento a momento aquellas
previsiones que habíamos señalado. Las
señales del cielo han venido siendo anunciadas, y tal como ha de suceder, de acuerdo a la perfecta sincronicidad del
universo, el tiempo está llegando.
La Luna Llena del pasado 28 de
diciembre, en Cáncer, signo de Venezuela, y en
contacto con Plutón en Capricornio, astro de las transformaciones, marcó
el recorrido final del cierre de un ciclo y está siendo detonante de una
conmoción nacional; y ahora, nuestro satélite va al encuentro del Sol, y el 11
de enero, a las 3:15 de la tarde, hora de Venezuela (19:45 GMT) ocurrirá una Luna Nueva decisiva en Capricornio,
que abre un gran ciclo de profundas transformaciones, del morir y el renacer, ya que así son los extremos de la vida, como dijo
un gran maestro espiritual, Omraam Mikhael Aivanhov: “Si no morís, no viviréis”.
Estamos experimentando al Ave
Fénix, que muere y renace de sus cenizas. Todos estamos muriendo un poco para
renacer. Como dice Deepak Chopra: “En medio de los escombros de la devastación
y el desastre, hay tesoros ocultos. Cuando busques entre las cenizas, mira
bien”.
Aunque nuestra Carta Magna
señala el 10 de enero como fecha de inicio de un nuevo período constitucional,
desde el punto de vista astrológico, esta fecha en el 2013, con la Luna en su
última etapa de mengua, está indicando más bien un final, y el verdadero inicio
lo marca la Luna Nueva, el 11 de enero. Lo que tenga que comenzar este 10 de
enero no será duradero.
Estamos en tiempos
apocalípticos, esta palabra nos causa temor porque pensamos en el Apocalipsis
como en el fin del mundo, el fin último de la existencia. Pero el fin último no
existe, finalizar es transformar para comenzar lo nuevo. Venezuela ha sido
mencionada por grandes maestros como
Serge Raynaud de la Ferriére, como la nueva Jerusalén, región hacia la
que se ha desplazado la corriente energética que durante siglos pasó por el Tíbet.
Venezuela es la cuna de una nueva civilización más elevada, que se está
gestando.
“Vi un cielo nuevo y una
tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron... Y yo, Juan,
vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo...” (El
Apocalipsis).
Es el tiempo de la verdad, de
buscar ese punto que nos une a un país y
nos conecta en una misión de vida colectiva, que tarde o temprano hay que
realizar para construir una patria que es de todos. El tiempo está cerca.
“Si alguno tiene oídos, que
oiga... Si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia
y la fe de los santos” (El Apocalipsis).
twitter: @pgonzalezsilva
2 comentarios:
Hola Pedro. Lloré con las últimas palabras de tu articulo, yo también siento que un patria nueva está(mos) por comenzar y es hermosooo ése hecho!!. Mil bendiciones para ti y un maravilloso año 2013. Un abrazo!.
Grande que sea el momento de la llegada, porque de mi voz saldrá el amor puro del Padre con la luz, luz del todo. Escuchen hermanos míos, yo soy la voz del todo, canto directo del Padre celestial, les digo hermanos que cambien su ser interior al fuego eterno del amor, y sean todos de amor
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