jueves, 23 de octubre de 2008

Chávez entre agua y fuego: una olla de presión


Pedro González Silva

De acuerdo a la posición de los planetas en los signos, podemos saber en nuestra carta astral, la proporción que tenemos de los elementos de la naturaleza: fuego, tierra, aire y agua.

El fuego es actividad, pasión, y efusividad; la tierra es el sentido práctico, la prudencia; el aire tiene que ver con las ideas, la mente, y el agua tiene que ver con las emociones, con la sensibilidad.

El presidente Hugo Chávez tiene tres planetas en signos de fuego: Sol y Plutón en Leo; Marte en Sagitario; tiene un astro en aire: Neptuno en Libra; uno en tierra: Venus en Virgo, y cinco en agua: Luna, Mercurio, Júpiter, Saturno y Urano.

Según esta proporción, lo que predomina en él es la emotividad, conjuntamente con la impulsividad y efusividad, mientras que el sentido práctico y la mente, quedan relegados.

La mezcla de agua y fuego hace de Chávez una olla de presión: el fuego hace hervir el agua, y así hierve Chávez cuando algo le molesta. La mayoría de sus actos están guiados por impulsos emotivos, que prevalecen sobre lo conveniente, sobre la prudencia, y sobre el análisis. Chávez es visceral.

Esto no significa que no intente y logre desarrollar iniciativas prácticas, basadas en principios e ideas, y con sentido práctico de lo que debe realizarse, pero pueden más sus impulsos y emociones, y estos dan al traste con sus intentos de hacer las cosas de una forma más pensada.

Veamos un ejemplo: seguramente pensándolo en frío, Chávez puede considerar conveniente no meterse con el PPT y el PCV, para no perder votos que le pueden servir, pero como le molesta la actitud que han tenido estos partidos, no puede contener lo que siente, y estalla.

LLENO DE AGUA.- El agua es lo más predominante en Chávez, él es pura emoción, y con ella contagia a los demás, que lo aman mucho o lo detestan, pero no porque hayan pensado en razones lógicas para amarlo o detestarlo, sino porque Chávez mueve las emociones en la gente, en un sentido o el otro, y sobre todo por el hecho de que Venezuela también pertenece a un signo de agua, y por tanto se maneja de manera similar.

Sin embargo, Venezuela tiene la Luna en Capricornio, signo de tierra; la Luna representa el pueblo, así que de acuerdo a esto, la población venezolana, aunque tiene una esencia emocional, posee un alto componente de practicidad: el venezolano común quiere que lo resuelvan, espera algo a cambio del apoyo que da, es práctico, puede estar lleno de mucha emoción, pero llega un momento en que dice basta, y quiere verle el queso a la tostada.

Justamente, la misión de vida de Chávez está en Capricornio, él tiene que aprender a desarrollar la practicidad del elemento tierra y conectarse con el pueblo, no sólo emocionalmente (eso ya lo ha logrado) sino en las necesidades básicas de la gente. Si no cumple con ese detalle, la emotividad del pueblo puede volcarse en su contra.

Chávez tiene a Mercurio, astro de las comunicaciones, en Cáncer, signo de agua, y por tanto su manera de comunicar es emocional más que racional; al lado de Mercurio está Júpiter, que todo lo magnifica y que hace a la energía mercuriana expandirse, y por consiguiente sus discursos son muy largos; además, está la Luna junto a Júpiter y Mercurio, haciendo que su aspecto comunicacional sea poderoso en la medida que descarga emociones, y hace de él una persona a la que le cuesta contener las palabras, especialmente cuando se enfurece.

El Sol en Leo le da audacia, acción, efusividad, y Marte en Sagitario lo vuelve aventurero, una persona que quiere abarcarlo todo, y Plutón en Leo le da una inmensa necesidad de controlar todo, y le hace ver las cosas en blanco y negro, sin medias tintas.

El único punto donde Chávez es más analítico, reservado y hasta tímido, es en su mundo sentimental. A pesar de ser efusivo y emocional, puede costarle ser demostrativo a la hora de expresar amor de pareja, y actúa con mayor aplomo y practicidad, sin sentimentalismos excesivos.

Neptuno en un signo de aire, Libra, hace que sus ideas estén cargadas de sus propias ilusiones, sueños, y hasta fantasías. Tiene una alta imaginación y su mente está llena de un mundo creado por él, un mundo que quiere hacer realidad para los demás, un mundo que comparte a través de largos discursos y que quiere plasmar a través de sus actos de gobierno.

RUMBO AL 2010.- Avanza el tiempo y se van develando hechos que irán a confluir en el gran evento que anunciamos para el 2010 y que significará un cambio de rumbo para Venezuela. Usted puede adelantarse a ese momento, y conocer antes lo que va a ocurrir, si adquiere nuestro Informe sobre Venezuela 2010, parte uno y parte dos.

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2 comentarios:

cj dijo...

Hola amigo, me gusta mucho tu mensaje... magnifica historia. Pero he podido ver que has tomado elementos escritos por sabios en el Talmud y tambien publicados en el libro Taamei Haminaguim, inianim shonim 64, y los has incorporado en tu historia.

Esos elementos es la historia de como puede hacer paz el agua y el fuego.

Seria mucho pedir que pusieses una pequeña nota indicando la fuente de esa idea original?

Shalom,
Nestor

ps. despues de hacer los cambios siente libre de no publicar mi comentario ya que es unicamente para ti.

Pedro González Silva dijo...

Estimado amigo Néstor, gracias por su comentario, pero creo que no corresponded con el artículo del que habla, pues su comentario está en mi artículo "Chávez, entre el agua y el fuego..." y no veo relación; me podría indicar a qué artículo se refiere. De todas formas, le explico que soy miembro de la orden BOTA que estudia la Qhabalah hebrea y muchos de mis escritos tocan ideas que tienen que ver con estos estudios. Le saludo cordialmente!